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ANCASH/LITERARIAS. Antonio Cáceres Ramírez

MARCOS YAURI O EL POETA DE PIEDRA Y NIEVE. El amor como soporte temático en la poesía ancashina, tiene importantes antecedentes que permiten hablar de una sostenida tradición y una indudable representatividad. Apoyado en propuestas de todo tipo, el amor puede ser un lienzo ilimitado donde el canto logra dibujarse con palabras. Antonio Cáceres Ramírez Bosqueja en esta selección la luz de un sentimiento que, a la hora de ser poetizada, sólo puede irradiarse desde la exigencia estética y un profundo entendimiento del espíritu humano. Un río que no cesa, pero también un terreno fértil en el que los poetas no cejan de labrar la irremediable embriaguez de sus sentidos, es el tema del amor. (nota del editor)

MARCOS YAURI O EL POETA DE PIEDRA Y NIEVE.  El amor como soporte temático en la poesía ancashina, tiene importantes antecedentes que permiten hablar de una sostenida tradición y una indudable representatividad. Apoyado en propuestas de todo tipo, el amor puede ser un lienzo ilimitado donde el canto logra dibujarse con palabras. Antonio Cáceres Ramírez Bosqueja en esta selección la luz de un sentimiento que, a la hora de ser poetizada, sólo puede irradiarse desde la exigencia estética y un profundo entendimiento del espíritu humano. Un río que no cesa, pero también un terreno fértil en el que los poetas no cejan de labrar la irremediable embriaguez de sus sentidos, es el tema del amor. (nota del editor)

     El amor como soporte temático en nuestra poesía tiene sus antecedentes en la etapa precolombina. Los cronistas registran al harawi como expresión lírica (entiéndase como amorosa). En del siglo XIX, Mariano Melgar fusiona la emoción melancólica de la tradición incaria con formas y matices hispanos, dando como resultado a un mestizo Yaraví.     

     Un momento  clave dentro de la dinámica poética de nuestra literatura, es la fundación del Grupo “Piedra y Nieve” (Huaraz, 1956), ésta significa  la ruptura definitiva con la tradición diletante y anquilosada de la poesía escrita hasta entonces, para cuatro años más tarde consolidar la idea con la aparición del libro El mar, la lluvia y ella (1960). En palabras de Gustavo Valcárcel: “… uno de los más bellos libros de amor que se haya escrito últimamente en el Perú”. Este texto marcó el inicio de la poesía moderna, propuesta que vincula elementos regionales con preocupaciones estéticas de carácter universal. (Resumen de prólogo)  Un río que no cesa. Antología de poesía amorosa de Ancash. Antonio Cáceres Ramírez. Lima. Ediciones Altazor, 2005.  

Marcos Yauri Montero    (Huaraz, 1930)

 POEMA II 

Ahora, la lluvia ha sido invitada a nuestra mesa, amor.

Se ha propuesto visitarnos con los pies descalzos.

No debes hablar cosas tristes, ni mucho menos despedirla.

Todo el invierno ido se ha pasado preguntando por ti,

interrogando si son bellos tus ojos,si tus manos son tibias, como collares.

Alista el vino del amor: acomoda tres vasos,y pon cigarrillos.

Ha llegado. Está caminando por la calle húmeda.

Corre a recibirla. Ponle una fruta a tu sonrisa.

Y un delantal blanco a tu ternura.

Arréglate las sandalias de loto.

Las colinas están verdes como el mar.

Y los leños arden en la montaña del hielo.

¿Está lista la mesa? ¿El pan, el vino, el cigarrillo?

A traído medallas mojadas, manzanas, y un signo de interrogación en sus lágrimas.

Por eso, no guardes tu pañuelo, ella puede echarse a llorar.S

iempre llora acunada en el pecho de los ángeles.

Llora por todos, por ejemplo, por Ella,

por la luna y los racimos y también por el amor.

¿Está la silla? ¿Y el fuego, y los cubiertos y el postre de amor?                                                         

De: El mar, la lluvia y ella (1960) 

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